solo algunos protestaron por la inclemencia del calor, mientras que yo, me debatia entre la cordura de mis pensamientos y la magia infinita de las letras, y terminaba rindiendome a la clarividencia de un concierto eterno. Hay estaba aquella banda anonima, llena de libertad y de luz, esculpiendo una melodia suave y acogedora. Estremeciendo las fibras de mi corazón hasta llevarlo a un punto melancolico sin regreso, mientra de forma imperceptible entraba el sonido del gran violin, tocado por un hombre feliz y enamorado, que tocaba con tal pasion, que parecia estar ofreciondo un homenje a la vida por el privilegio de la musica y el amor. Cuando lo mire tuve el presentimiento fatal, de aquel soneto desgarrador que salia de su alma, terminaria siendo el ultimo de su feliz vida. en medio de un crescendo fantastico e inverosimil, gestado por la alianza del gran violin y la fuerza despiadada de un tambor invisible,(porque yo no lo podia ver) yo sentia perder el aliento en mi corazon, por lo violento de aquella tonada. Cuando de forma magica irrumpio el sonido dulce de un clarinete encantador, lleno de expresion y belleza, adornado por la mirada silenciosa de una joven perfecta, de piel blanca como un copo de algodon, de cabellos indomables cual medusa pero sin el sortilegio de convertir a todos lo que la miraban en piedra sino en esclavos eternos de su deseos. Por esta razon solo pude seguir aquel sonido dulce y eterno que ofrecia el clarinete, olvidando cualquier otro instrumento, porque tuve la seguridad que los otros sonidos no eran mas que murmullos fastidiosos e insolentes, que se perdieron en medio de mi esperanza, en medio de mi locura de amor. En medio de la libertad que me ofrecio el sueño de haber encontrado la felicidad para siempre.
fue en este instante, cuando el grito del profesor me devolvio a la realidad. Él se me acerco con inquietud y me pregunto si habia comprendido alguna de las poesias leida en el desarrollo de la clase, a lo que respondí, que por supuesto que no habia nada mas sensacional que la poesia ya que por ella termine inmerso en la felicidad del amor, sin salir del salon de clases. pero lo unico que no dije fue que mi conclusion no fue resultado de los versos de pasion de cada poema sino por un insignificante afiche que estaba situado en una esquina de salon y que llevaba una imagen de una banda anonima de musicos, sumergidos en la locura delirante de la musica y el amor.
viernes, 25 de abril de 2008
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